Llevamos un par de semanitas sin competir, pero eso no significa que estemos "de vacaciones" o que no sudemos la gota gorda. Este fin de semana Jordi y yo, Jesús, nos hemos pegado un palizón de los que marcan.
El sábado una jornada llana , por el recorrido típico de entrenamiento, que empieza en la carretera del Vía Parque, para desviarnos por el Polígono y cruzar por el Aeropuerto, El Altet, Balsares, hasta el cruce de Dolores, giro a la derecha a Elche, y de nuevo al Vía Parque. Día sin mucho viento, aunque de esas vece que parece molestar vayas en la dirección que vayas. A pesar de ello, una gran media de más de 33km/h, en 100km que le salieron a Jesús y entorno a los 80 a Jordi.
Y el domingo.. concentración en San Vicente, territorio Jesús donde le teniamos preparada una épica jornada de ciclismo a Jordi. Salida en subida hacia Agost, donde Jordi impone un ritmo axfisiante, ya de salida a 160-170 pulsaciones por minuto. Llegamos al puerto del Maigmó, donde hacimos tiempos correctos a pesar de que el viento no ayudaba, subida a ritmo pero a tope. Cogemos el desvío a Tibi, dejándonos llevar por el barranco, e inmediatamente quedamos al pie del puerto de Tibi. Con unas rampas durísimas, se sube como se puede, Jesús lanza pequeños ataques a los que responde Jordi, y sólo en la última rampa Jesús se consigue despegar unos metros. Empezamos a alimentarnos en la bajada, pues el día va a ser muy largo, y nos dejamos caer por las empinadas rampas del puerto, a 80km/h, para llegar rápidamente a Jijona. Cruzamos el pueblo y nos plantamos a los pies del puerto de la Carrasqueta. Unos 12km. de subida por delante. Jesús tira a ritmo, y Jordi va haciendo la goma. Adelantamos innumerables abuelos ciclistas, incluso un un hombre y una mujer que marchaban en tándem (qué valor!). Ya en la larga rampa final, Jordi cede unos metros y así llegamos arriba. Nos abrigamos bien y ahora media vuelta, y para abajo. Las piernas de repente empiezan a doler, ya se sabe, por encima de las rodillas. Jesús arrastra además un dolor de riñones muy molesto. Jordi agota todo su avituallamiento durante la bajada. Pasamos Jijona, y de nuevo a pedalear. Jesús empieza a quedarse pajarito y se refugia en la rueda de Jordi, se termina su última barrita y a sufrir. Acercándonos a Muchamiel Jordi afloja un poquito, también empiezan a acabársele las fuerzas. Llegamos por fin a Muchamiel, un gran alivio bajar el ritmo por las calles y los semáforos del pueblo. Pero giramos a la derecha, dejamos atrás un cartel de "San Vicente del Raspeig, a 10km." y llega el calvario. Seguramente daría el viento a favor, pero ya cada vez marchamos más despacio, las bicis no avanzan, cada vez duele todo más y más. Vamos pasando rotondas y rotondas, nunca se acaban. Nos adelanta un ciclista medio globero y ni se nos ocurre picarnos. Empezamos a marearnos, cuando por suerte empezamos a ver casas. Estamos en la meta. Nos hemos vaciado, no podíamos haber dado más. Más de 90km. sin uno sólo llano. Llegamos a la puerta de mi casa, bajo bebidas energéticas y montones de chocolatinas y galletas. Cogemos un poquito de energía y a casa a recuperarnos.
Grande entrenamiento. Ningún ciclo ha entrenado más duro este fin de semana. Algún día notaremos el efecto y andaremos más. Dentro de una semana, de un mes, dentro de una temporada, en otra vida, pero algún día sentiremos el efecto je je je.
Seguiremos entrenando.
Aquí dejo el recorrido y el perfil de la etapa.
El sábado una jornada llana , por el recorrido típico de entrenamiento, que empieza en la carretera del Vía Parque, para desviarnos por el Polígono y cruzar por el Aeropuerto, El Altet, Balsares, hasta el cruce de Dolores, giro a la derecha a Elche, y de nuevo al Vía Parque. Día sin mucho viento, aunque de esas vece que parece molestar vayas en la dirección que vayas. A pesar de ello, una gran media de más de 33km/h, en 100km que le salieron a Jesús y entorno a los 80 a Jordi.
Y el domingo.. concentración en San Vicente, territorio Jesús donde le teniamos preparada una épica jornada de ciclismo a Jordi. Salida en subida hacia Agost, donde Jordi impone un ritmo axfisiante, ya de salida a 160-170 pulsaciones por minuto. Llegamos al puerto del Maigmó, donde hacimos tiempos correctos a pesar de que el viento no ayudaba, subida a ritmo pero a tope. Cogemos el desvío a Tibi, dejándonos llevar por el barranco, e inmediatamente quedamos al pie del puerto de Tibi. Con unas rampas durísimas, se sube como se puede, Jesús lanza pequeños ataques a los que responde Jordi, y sólo en la última rampa Jesús se consigue despegar unos metros. Empezamos a alimentarnos en la bajada, pues el día va a ser muy largo, y nos dejamos caer por las empinadas rampas del puerto, a 80km/h, para llegar rápidamente a Jijona. Cruzamos el pueblo y nos plantamos a los pies del puerto de la Carrasqueta. Unos 12km. de subida por delante. Jesús tira a ritmo, y Jordi va haciendo la goma. Adelantamos innumerables abuelos ciclistas, incluso un un hombre y una mujer que marchaban en tándem (qué valor!). Ya en la larga rampa final, Jordi cede unos metros y así llegamos arriba. Nos abrigamos bien y ahora media vuelta, y para abajo. Las piernas de repente empiezan a doler, ya se sabe, por encima de las rodillas. Jesús arrastra además un dolor de riñones muy molesto. Jordi agota todo su avituallamiento durante la bajada. Pasamos Jijona, y de nuevo a pedalear. Jesús empieza a quedarse pajarito y se refugia en la rueda de Jordi, se termina su última barrita y a sufrir. Acercándonos a Muchamiel Jordi afloja un poquito, también empiezan a acabársele las fuerzas. Llegamos por fin a Muchamiel, un gran alivio bajar el ritmo por las calles y los semáforos del pueblo. Pero giramos a la derecha, dejamos atrás un cartel de "San Vicente del Raspeig, a 10km." y llega el calvario. Seguramente daría el viento a favor, pero ya cada vez marchamos más despacio, las bicis no avanzan, cada vez duele todo más y más. Vamos pasando rotondas y rotondas, nunca se acaban. Nos adelanta un ciclista medio globero y ni se nos ocurre picarnos. Empezamos a marearnos, cuando por suerte empezamos a ver casas. Estamos en la meta. Nos hemos vaciado, no podíamos haber dado más. Más de 90km. sin uno sólo llano. Llegamos a la puerta de mi casa, bajo bebidas energéticas y montones de chocolatinas y galletas. Cogemos un poquito de energía y a casa a recuperarnos.
Grande entrenamiento. Ningún ciclo ha entrenado más duro este fin de semana. Algún día notaremos el efecto y andaremos más. Dentro de una semana, de un mes, dentro de una temporada, en otra vida, pero algún día sentiremos el efecto je je je.
Seguiremos entrenando.
Aquí dejo el recorrido y el perfil de la etapa.
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